Mediodía ocioso. ¿Qué hacemos? ¿Damos una vuelta en moto? Por supuesto. Decidimos hacer una ruta corta, ver el mar y culturizarnos un poco.
En Suances, entre la playa de los Locos y la Ensenada de La Concha, está la Punta del Dichoso. Se puede aparcar en el Hotel El Caserío y desde allí ir bordeando el acantilado muy cerca de unas viviendas sospechosamente cerca del litoral.
Desde la Punta, unas panorámicas privilegiadas de la desembocadura del río Saja y, en los días claros, de los Picos de Europa. Para no perderse hay una escultura-monolito-pitoste consistente en un cubo con un cilindro de hormigón y una imagen de una Virgen. Son mejores las vistas.
Entre la Suances y Santillana del Mar, localidad muy turística y sobradamente conocida, se encuentra una pequeña ermita en un acantilado a la orilla del mar, en la desembocadura del Arroyo Rabió.
Desde un pequeño aparcamiento (43°25'22.8"N 4°05'57.1"W) se camina unos 150 metros por una acera con unas farolas con paneles solares muy feas y una zona urbanizada con bancos de piedra desde la que contemplar el acantilado y el mar.
A la ermita se accede por un camino bastante menos accesible, de tierra apisonada. Es parte de su encanto. Si la marea está alta las olas te salpican y saltan por encima de la edificación. Supongo que a veces no se podrá llegar con seguridad.
Resumen de la Wikipedia: La ermita de Santa Justa está situada en la playa de Santa Justa, en Ubiarco cerca de Santillana del Mar. Es una construcción semiexcavada en la roca y está declarada como Bien de Interés Local. Posee dos paredes de piedra de mampostería y cubierta de teja, todo ello unido al acantilado. La edificación actual data del siglo XVI, consagrada gracias a unas reliquias de Santa Justa y Rufina.
El edificio estaba (como siempre) cerrado y sólo se podía intuir el interior a través del ventanuco de la puerta.
Vuelta a la moto. Llaves que no aparecen. Cazadora con muchos bolsillos. Siguen sin aparecer. Nervios. Desandamos el camino recorrido. Aparecen en un banco de piedra. Pffff….. Menos mal que no había nadie por allí…
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