martes, 28 de junio de 2016

A PROPÓSITO DE CHARLIE

Hay muchos viajeros en moto por el mundo. Nosotros somos muy de Miquel Sivestre, muy de La Circunvalación y mucho de Sinewan. Cada uno tiene su estilo, sus medios de buscarse la vida y su carisma particular, por eso es una suerte que uno de ellos haya elegido pasar por Santander para iniciar su periplo por las Américas.

Charly (Sinewan) es uno de los más mediáticos motoviajeros de España y además un comunicador muy ameno. A través de las redes sociales anunció (con poco margen de tiempo) su intención de coger el ferry a Inglaterra desde el puerto de Santander, con lo que se creo un pequeño gran revuelo en los círculos motorísticos de Cantabria, Asturias y Pais Vasco.

Y allá que nos fuimos, bondades del horario de verano. Sólo sabíamos la hora: 20.00h, así que nos sentamos en un banco como un par de jubilatas de cara a una rotonda más bien a medio hacer. Como F. llevaba su camiseta roja del homenajeado (regalo de su buen amigo A.) se nos veía digamos que bien. Después de un rato esperando se paró uno con su montura de dos ruedas y cara de despistado preguntando por cierto conocido bar de Santander: bien para todos, porque le indicamos el camino y así nos enteramos de dónde había que ir.

Corriendo al bar, no fuera a ser que llegara Charly antes que nosotros. Afortunadamente no fue así y nos dio tiempo a recuperar la respiración, el color y la temperatura. Había ya gente esperando y después de un ratín, diez minutos después de la hora prevista, un runrún se apoderó de la parroquia y vimos aparecer un cortejo de BMW resplandecientes y bien cargadas: las ruedas, la cámara deportiva, la videocámara, el dron de reciente adquisición y la fotogénica bolsa de equipaje amarilla.
 

 Desbandada general.

Una vez que el pobre mozo se bajó de la moto, se quitó el casco, se hizo 9.578 fotos y cruzó la calle, se quedó pasmado de la gente que había allí convocada. En un momento éramos cuarenta o más. Saludó uno por uno, dando las gracias por ir a despedirle y lo hacía de verdad, se le veía en la cara.

En las distancias cortas Sinewan es igual que en su Vlog: simpático, cercano y divertido. Estuvo charlando con unos y con otros, posando para cámaras y teléfonos.
 
 

Alguien le metió miedo con el oleaje y encargó unas Biodraminas. Allí va solícitamente F. a la farmacia con su buena amiga M. J

Llega la hora de coger el ferry. Un par de besos y ¡buen viaje!

¿Pero cómo? ¿No me acompañáis al puerto?

Por supuesto que sí.

Vuelta a la carrera a la rotonda a medio terminar. Por el camino Charly nos pita.

Fotos de grupo y despedida. Ahora sí ¡BUEN VIAJE! Tengo un vídeo de la partida, pero no sé girarlo. Podéis seguir sus andanzas aquí: https://www.youtube.com/user/charlysinewan?spfreload=10


Alguno vuelve como flotando. No todos los días se conoce a un ídolo.

viernes, 6 de mayo de 2016

CATÁLOGO DE PUERTOS 1.0

Ahora que no hay moto, y he ampliado mis recursos para grafiar rutas, es un buen momento para hacer recopilación de lo ya vivido y mostrar el catálogo de puertos. A ver si soy capaz de hacer un pequeño comentario de cada uno de ellos, aunque varios son de hace algún tiempo. 
Algunas apreciaciones:
  • Los puertos están en orden cronológico aunque las fotos no (Alisas y Palombera no tuvieron foto hasta la segunda pasada)
  • Se puede ver la evolución de mi indumentaria, con la salvedad del punto 1.
  • Alguna imagen no tiene mucha calidad, pero es lo que hay. A veces hace MUCHO frío, estás en una carretera por la que pasan vehículos, es de noche, te haces pis…. 
  • Indulgencia para mi pelo... El casco es lo peor para los rizos.
Hay 22 puertos, pero es la primera entrega. Ya habrá más.
  


1- Puerto de Alisas (674 m.)
¡Mi primer puerto! No se nos ocurrió hacer foto y es de la segunda vez que pasé, por eso ya llevo mi casco. Está cerca, con vistas al mar y a la montaña, tiene un mirador, pilla de paso para ir a un montón de sitios… muchos pros. Ya lo había recorrido en coche varias veces, pero en moto es diferente.
 
 
2- Puerto de Palombera (1.260 m.)
Éste no lo conocía. Fue un día muy divertido, con un paisaje otoñal espectacular, una carretera de película y un montón de Porsches en pruebas. También tiene mirador.
 
 
 
3- Puerto de Brañavieja (1.580 m.)
Nunca había visto una estación de esquí así que ver Alto Campoo, aunque sea sin nieve, es una buena excusa para ir a Tres mares, pasar Brañavieja y seguir hasta la Fuente del Chivo. En este puerto descubrí las carreteras con palitos bicolores a los lados. Vistas increíbles a la reserva del Saja.
 
 
4- Puerto de La Braguía (720 m.)
Éste lo voy a tener que recorrer otra vez porque no me acuerdo de nada. Ains… Pero ahí estoy, más feliz que una perdiz, camuflada como la Hormiga Atómica.
 
  

5- Puerto de Las Estacas de Trueba (1.154 m.)
Uno de los imprescindibles. Me encantó el paisaje pasiego con las praderías, las cabañas de piedra, las vacas… Es una pena que una foto no pueda tener el sonido de los cencerros. Por este puerto se va y se vuelve por Lunada :-)
 
 
6- Portillo de Lunada (1.350 m.)
Creo que es mi segundo favorito de los que he hecho hasta ahora y el número uno de Cantabria. Paisaje de otro mundo, sin edificaciones, carretera estrecha, una pasada. Tengo ganas de verlo con 6 metros de nieve. Y quiero reivindicarlo como PUERTO y no como PORTILLO. ¿Quién decide la categoría de los accidentes geográficos? La Braguía tiene 720 m. y es puerto.
 
 
  
7- Portillo de La Sía (1.200 m.)
Éste sí lo he visto nevado. Ya lo conozco con y sin, de hecho parecen sitios completamente distintos. Interesante contemplar lo diferentes que son las vistas del lado cántabro y burgalés en todas las estaciones del año. Con este puerto estrené el casco.
 
 
8- Puerto de El Escudo (1.011 m.)
En el límite entre Cantabria y Burgos. Fuimos el día de Reyes y menudo frío hacía. Y vaya viento… Menos mal que llevaba la equipación que me acababan de traer Sus Majestades. Bonitas vistas al pantano del Ebro. Frío, frío frío. En este puerto decidí hacerme con los guantes de seda de debajo de los de verdad para no quedarme con las manos al aire.
 

9- Puerto de La Magdalena (1.022 m.)
También se le denomina La Matanela. Puerto de orden menor, desconocido y escondido, que curiosamente tiene más altura que El Escudo. Está en una carretera secundaria de ésas que van de valle a valle atravesando transversalmente una montaña.
 
 
10- Alto de El Caracol (815 m.)
Todo lo dicho de La Magdalena (menos lo relativo a la altura) es aplicable al Caracol. Éste tiene un nombre más divertido.
 

11- Puerto de Cerredo (1.359 m.)
Primer puerto/alto asturiano. Era de noche, hacía frío, había nieve… No sabría decir. Lo pasamos otra vez de vuelta con luz y se veían montañas nevadas al fondo.
 

12- Alto del Campillo (1.078 m.)
Segundo puerto/alto asturiano. La primera pasada fue idéntica a la del nº 11, pero 10 minutos después. Mi mejor recuerdo fue de la noche siguiente que, con luna llena, estuvimos haciéndole fotos a la moto. Todavía quedan buenos samaritanos que paran pensando que has tenido una avería.
 
 
13- Puerto del Connio (1.315 m.)
Del nombre del pobre puerto me estuve riendo mucho tiempo antes y después de pasarlo. Está en mitad de la Reserva Natural Integral de Muniellos y la carretera que lleva a él te hace sentirte en otro planeta: sin edificaciones, sin cables de alta tensión, sin coches, sin gente. Sólo árboles prehistóricos cubiertos de líquen. Al bajar de la moto para hacerme la foto resbalé y le di un golpe a la cámara estropeando el objetivo. Pero eso ya se me ha olvidado y es un sitio al que pienso volver muchas veces.
 

14- Pozo de las Mujeres Muertas (1.098 m.)
No quiero ni imaginar qué hacían ahí en un pasado espero que muy lejano… Una carretera con muchas, muchas, muchas, muchas curvas. Y pueblos muy bonitos como Monasterio del Coto. Si vais en dirección oeste os tomáis unos callos en San Antolín de Ibias.
 
 
15- Campa de Tormaleo (1.037 m.)
Pasapalabra.
 

16- Puerto de Somiedo (1.486 m.)
De éste si me acuerdo porque es uno de los pocos puertos que tiene pueblo. De hecho el villorrio se llama Puerto. Hacía un día radiante, había nieve, la temperatura era buenísima. Me encantó.
 
 
17- Alto de La Farrapona (1.708 m.)
Éste es el puerto más alto que he pasado. Voy a precisar: es el puerto más alto al que HE IDO, porque pasar lo que es pasar no pasamos. Cuando nos íbamos acercando había mucha actividad, muchos coches, mucha gente. ¿Qué pasará? Cortado por la nieve. El único que no teníamos especial interés en ver blanco nos hizo un poco la puñeta. Cuarto intento fallido de F. de cruzar a León por él. Va a haber que ir en agosto.
 

18- Puerto de San Lorenzo (1.347 m.)
Que no de San Andrés. Que los Andreses no son santos… Conocido como resultado de estar cortado al tráfico La Farrapona. Risas con la confusión del nombre y un bonito mirador del que parece que salen rutas de senderismo. Muchas motos allí.
 
 
19- Alto de Gamoniteiro (1.772 m.)
Como no tiene letrero no sabía la altura y, al mirar en internet, resulta que es más alto que La Farrapona. Un lugar mágico desde el que sólo se ven montañas y el mar con un día despejado. Es muy fácil saltárselo porque no está bien señalizada la desviación desde la AS-230. Imprescindible.
 
 
 
20- Monumento al Oso (1.670 m.)
Se encuentra en el mirador de Llesba y tampoco tiene letrero ya que no es un accidente geográfico propiamente dicho. Está muy cerquita del puerto de San Glorio (del lado de Cantabria) y tiene unas vistas maravillosas a la cara sur de los Picos de Europa.
 
 
21- Puerto de San Glorio (1.609 m.)
Está justo en el límite de la carretera que constituye el paso natural de Cantabria a León. Tiene un mirador y una escultura de un ciervo-corzo-rebeco (el que no tenga cuernos).
 

22- Puerto El Pontón (1.280 m.)
Te lo encuentras si vas o vienes del desfiladero de Los Beyos. Mi último puerto de momento…
 
 
Y hasta aquí todos los puertos, portillos, altos, campas, monumentos y pozos recorridos a día de hoy.
 
Continuará.

lunes, 25 de abril de 2016

UN PASEO EN SIDECAR (UNA EXPERIENCIA VINTAGE)

Tenemos un amigo que es un auténtico entendido en motos. Llamémosle M. Ahora que ya nos conocemos todos, M. es el mayor conocedor de marcas, modelos, piezas y mecánica de todo lo relacionado con dos ruedas y motor. Escuchar una conversación con él es como ver Top Gear, Joyas sobre ruedas y American Chopper a la vez. Y digo escuchar porque no tengo ninguna posibilidad de aportar nada a lo que se esté diciendo en ese momento. Como poco, ya entiendo ALGUNA palabra…

Pues bien, M. tiene una moto rusa Ural Ypan con sidecar y, como ya es primavera, es un buen momento para sacarla a pasear. Y yo voy a tener la suerte de ser el paquete/Miss Daisy.

Lo primero es poner la chapa guapa. Una pasada con el pulidor y un potingue mágico y parece que la acaban de sacar del concesionario de Nizhni Nóvgorod (o de donde sea).
 

Después, una clase técnica. En las curvas girar siempre hacia fuera del sidecar, si no, podemos volcar. Como le tengo mucho aprecio a mis dientes, y a mis padres le costó una pasta la ortodoncia, voy a ser obediente. Parece fácil. Una vez guardadas las cosas en el maletero, sólo queda probar. Casco y a ello.
 

San Vicente está hasta la bandera porque es La Folía y hace buenísimo. Toda la gente está en la calle. Y además tenemos a F. que galantemente se ofrece a documentar el paseo.

Las cabezas se giran al vernos pasar, los dedos apuntan y los niños se sorprenden. Saludamos como la reina de Inglaterra. Pero hay que estar atenta en los giros. No vale despistarse que se va todo al garete.

M. se recrea en el trayecto y hace las rotondas dos veces. Menos mal que hay un asa en el sidecar en el que me puedo agarrar para equilibrar la fuerza centrífuga…

 
Ha sido divertidísimo y una experiencia muy distinta de ir en la parte de atrás de la moto.

lunes, 18 de abril de 2016

ADIÓS, DAMA NEGRA

Esta no es una entrada alegre. La Dama Negra se ha ido para tener una nueva vida cerca, pero lejos. Una vida de prados verdes y vueltas ciclistas. De ks y de xs. Podrá salir en la tele. Una vida en la que no tendrá un dueño que la mime tanto como F. y en la que no tendrá un paquete que esté tan cómodo como yo.
 
O a lo mejor sí.
 
La Dama se ha marchado y ha dejado el listón muy alto para su sucesora.
 
Pero no se fue sin protestar. Bien por ella.
 

lunes, 11 de abril de 2016

lunes, 4 de abril de 2016

NIEVE EN LA SÍA


15 días lloviendo sin parar acaba con la paciencia de cualquiera pero es viernes por la tarde y está saliendo el sol. Con toda el agua que ha caído seguro que hay nieve en las montañas más cercanas. Vamos a ver hasta dónde nos dejan llegar.
 
Ponemos rumbo a Alisas y paramos en el mirador a estudiar la situación.
 

Al sur, en el horizonte, se ven las cumbres blancas lo que hace que se anime la tropa. Al norte, sin embargo, el día está primaveral y se observa hasta Santander, distinguiéndose Cabo Mayor y las isla de Mouro sin problema.

Tratando de no perder el norte…

Se está allí muy bien haciendo la fotosíntesis, pero lo que realmente apetece es tener sensación de invierno y ver paisajes de postal navideña. Vuelta a la Dama negra y a la carretera. Pasamos Arredondo y el nacimiento del Asón y, antes de llegar a La Gándara, desvío a la derecha hacia el Portillo de La Sía.

Empezamos a ganar altitud y a perder temperatura. ¡Esto es otra cosa! La nieve lo cubre todo redondeando las formas y tapando fibrocemento y bloques de hormigón. Todo es más bonito con nieve.


En una recta dejamos la moto y doy rienda suelta a mi espíritu infantil. Creo que nunca había visto tanta nieve. Al ser el principio del fin de semana aparece sin marca alguna de pisadas, como recién caída.


Conseguimos llegar a lo alto de La Sía, en el límite con Burgos, yo con más miedo que vergüenza. La carretera tiene un poco de aguanieve y resbala, pero hay una rodada limpia y F. tira de pericia. El lugar está bastante concurrido a pesar de que hace mucho frío: coches, motos, dos paisanos en scooter… La gente está (estamos) ansiosa de diversión.

Dejamos la moto en el letrero y nos aventuramos a reconocer el terreno. De los desmontes de la carretera y de los puntos kilométricos cuelgan chupiteles de hielo. Intento hacerles una foto desde más cerca pero me tiemblan las manos y no logro enfocar. Sirva esta imagen de documento gráfico.
 


De repente un sonido se escucha en la lejanía. “Es una GS” dice F. Ojito, que está como a 2 kilómetros… Se acerca el vehículo en cuestión y no sólo era una GS era la GS de su buen amigo MB., al que yo tenía muchas ganas de conocer. Vaya dos pirados de la carretera, que se van a encontrar en un sitio tan raro en un momento tan ídem. Después de unos calurosos saludo y despedida, continúa su camino. En breve seguiremos su estela. Del otro lado del puerto da el sol y el paisaje es muy distinto al que se puede contemplar en otoño.
 

Según vamos bajando va desapareciendo el manto blanco. Volvemos dando una vuelta por Montesa de los Espineros, perdón, por Espinosa de los Monteros hasta Reinosa. Creo que a lo lejos vi las torres de la catedral de Burgos :-).

lunes, 28 de marzo de 2016

RAZÓN 17: COLLADO DE LLESBA (Y DE PASO SAN GLORIO, RIAÑO Y LOS BEYOS)

Como ya he dicho en alguna entrada anterior, me encantan los desfiladeros porque discurren al lado de un río. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (por seguir con el tema fluvial) decidimos vestirnos de astronautas y salir a dar una vuelta. Esta vez no hubo desayuno en Unquera porque salimos bien alimentados después de comer y tomamos la, ya conocida en parte, N-621 dirección sur. El desfiladero de la Hermida estaba desierto y lo recorrimos sin interrupción alguna. 

Como a dos tercios de la distancia entre Unquera y Potes se encuentra el pueblo de Lebeña y la pequeña  iglesia de Santa María. Es muy recoleta y merece la pena parar a visitarla.


Continuamos hasta Potes, desvío a la izquierda hacia Vega de Liébana (que sigue siendo la carretera nacional) y todo tieso dirección León. La carretera va ascendiendo por pueblos muchas veces recorridos del corazón de Liébana con la Cordillera Cantábrica de fondo. Antes de llegar al puerto hay un mirador con un corzo, un ciervo o un rebeco, nunca me acuerdo cual es cual, muy parecido al que hay en Palombera. Bueno vale, el de Palombera tiene cuernos.

 

En el mirador nos alcanzó un Renault al que habíamos adelantado varias veces y que nos pasaba en las paradas fotográficas. Lo dejamos atrás definitivamente y seguimos dirección suroeste, hacia el puerto de San Glorio (1.609 m.) que no tenía ni pizca de nieve y está justo en el límite de Cantabria y Castilla-León.

En el mismo puerto hay una indicación que pone Collado de Llesba. Otro imprescindible al que hay que subir para admirar las vistas de los Picos de Europa desde su vertiente sur. La subida es muy bonita entra laderas de pastos con invernales de piedra, edificación menor muy típica de esta zona.

 

Al llegar al collado el panorama es increíble. Acostumbrada a ver los Picos desde el otro lado resultan muy reconocibles. Sólo las cimas están blancas, no está siendo un año de nieves; espero que sí un año de bienes…

Impresionante vista de los Picos de Europa

 Hace mucho viento arriba, pero todavía hay que andar un poco para ver el Monumento al oso pardo, simpática estatua de dicho animal sin indicación de altura. Aunque no es un puerto, ni un alto, ni un portillo ni ná, foto para el álbum.


Con los dedos como carámbanos volvemos a subirnos en la moto y, ya por tierras castellanas, entramos en los dominios de La Reina y en un pequeño desfiladero (desde Llánaves hasta Portilla) que desemboca un poco más allá en el embalse de Riaño.

Riaño es un pueblo artificial, con una historia trágica y convulsa que supuso su edificación en los años 80 como resultado de la destrucción del viejo Riaño para la construcción de un embalse. Es muy interesante leer su reseña en la Wikipedia, sobre todo la parte de la (no) inauguración del pantano. Aún así es un charco bastante grande y fotogénico, con un puente impresionante y varios brazos que se extienden en todas direcciones.


El pueblo es muy correcto, muy limpio, muy nuevo, pero sin personalidad. En un hotel nos tomamos un café con una rosquilla que me miró nada más entrar en la cafetería. Estaba muy buena :-).


Después de entrar en calor retomamos el camino y abandonamos la N-621 para tomar la N-625 dirección norte. Curiosamente no habíamos encontrado ninguna moto en todo el día, cosa rara para ser fin de semana y con un tiempo apacible. Pero el misterio estaba a punto de resolverse. ¡Estaban todos en Oseja de Sajambre! Y nos pasaron tres o cuatro veces en un sentido y otro de la carretera. Mi teoría: estaban cronometrándose en el desfiladero de los Beyos.

El desfiladero de los Beyos (que yo creía que era de los Bellos) discurre al lado del río Sella entre las provincias de León y Asturias. Es una carretera preciosa aunque era ya tarde y no entraba sol. A mí me recordó el tramo que hay entre Panes y Arenas de Cabrales: río turquesa, montañas y curvas. En un punto del camino hay un mirador sobre el desfiladero, al estilo de la Bolera de los Moros.


Casi al final de los Beyos hay una empresa que ofrece experiencias de multiaventura. Parece bastante divertido: tirolinas, vías ferrata, escalada… pero no es para mí.

 


Después de estar un rato oyendo a la gente gritar desde algún punto de las alturas reemprendimos la marcha para llegar a Cangas de Onís con algo de luz. No fue posible, pero el puente estaba iluminado y, aunque no tenía trípode, la hora azul hizo su magia y con un poco (bastante) de retoque ha quedado esta foto para la posteridad.


Retorno nocturno y muy divertido por la cara norte de los Picos de Europa (AS-114): Cabrales, Panes y de allí, vuelta a casa. Otro día de montañas, puertos y ríos.