jueves, 14 de junio de 2018

RODEANDO LOS PICOS DE EUROPA

Objetivo número 1 del día: ver los Picos de Europa desde el norte, el sur, el este y el oeste.
 
Objetivo número 2: empezar a controlar el carácter díscolo del teletubbie.
 
El día es despejado, luminoso y largo porque es finales de mayo, así que se puede hacer una ruta de día y volver tranquilamente a casa. Además hay que aprovechar las jornadas de apertura del desfiladero de La Hermida que, con la renovación de los puentes sobre el Deba, deja a la comarca de Liébana casi aislada de la costa.
 
Ahorramos tiempo llegando a Unquera por la autovía.  Hacemos un esfuerzo por no parar  a desayunar corbatas y nos adentramos hacia el sur por la N-621 bordeando el río. Hay agua de escorrentía por todas partes y los árboles están frondosos y crujientes, arrojando sombra en algunas partes del camino. Todavía es pronto, pero hay mucho tráfico. En Potes seguimos por la misma carretera hacía Vega de Liébana y en La Vega hacemos un alto para estirar las piernas (y el culo, que he perdido costumbre de andar en moto).
 
Picos de Europa desde el Este: HECHO.
 
En el bar de Yoli, mientras tomamos un aperitivo, aparece una pareja motera de Valladolid, muy salaos ellos. Se sientan con nosotros porque todas las mesas están ocupadas y nos cuentan que llevan todo el fin de semana de ruta y vuelven a casa. Con tanto casco, tanto guante y tantas gafas la mesa está repleta y las bebidas peligran, pero logramos que el daño no sea mucho y los kikos se mantienen secos.

 
Reemprendemos la marcha hacia el suroeste. Pasamos Vada, Bores, Enterrías, Vejo.... Todos los pueblos lebaniegos son dignos de ser visitados y tienen ese encanto rural aunque estén muy cerca de una nacional. En algunas curvas las laderas están plagadas de pequeñas flores silvestres moradas que dan al paisaje un curioso color primaveral. Otra curva nos sorprende con vacas.

 
 
Parada a saludar al corzo.
 
 
Parada a saludar al oso (de lejos, sólo hasta el mirador de Collado de Llesba). Y a las vacas.
 

 
Vuelta a la N-621 y entrada en la provincia de León. En Portilla de la Reina se toma el desvío a la derecha (LE-2703) hacia el norte: a partir de aquí la carretera es nueva para mí. A unos 10 kilómetros encontramos el puerto y el mirador de Pandetrave. Amplio aparcamiento con paneles explicativos.
 

 
Picos de Europa desde el Sur: HECHO.
 
Coincidimos allí con otra pandilla motera, fotos en el puerto, fotos de la moto, fotos del casco, fotos de la montañas.... Es un sitio precioso, pero tenemos una misión que cumplir.
 
 
En Posada de Valdeón se toma una carretera sin nombre, casi una pista de montaña, que lleva a Caín. Caín es el principio (o el final) de la ruta del Cares, que yo nunca haré porque soy una vaga y tengo vértigo, pero que recomiendo en-cares-cidamente recorrer, porque es mi río favorito y debe ser preciosa. El pueblo está lleno (pero lleno, lleno) de senderistas. Y de bastones de andar. Hace un sol de justicia y me estoy asando dentro del traje de invierno con todas sus capas. Aprovechamos para abrir cremalleras, comer un menú debajo de un toldo salvador y dar una vueltilla por el pueblo para ver, sobre todo, el río y sus cascadas.
 



 
Horus se está poniendo nervioso dentro de su jaula, así que lo sacamos a volar un rato.
 
Caín es final de trayecto y para volver a la civilización hay que retroceder hasta Posada de Valdeón, para girar hacia el oeste tomando la LE-2711. Serpenteando se llega al puerto de Panderrueda y a la N-625, que une Riaño, en León, con Arriondas, ya en Asturias. La tomamos en sentido norte, carretera ya conocida. de este tramo no me acuerdo mucho porque después de la comida tenía bastante sueño; no me llegué a dormir pero iba un poco grogui. Esta ruta atraviesa el precioso desfiladero de Los Beyos, que discurre paralelo al río Sella.
 
Picos de Europa desde el Oeste: HECHO.
 
El siguiente cambio de dirección para completar el círculo es en Cangas de Onís. Como sigo un poco KO no veo ni el puente con la cruz. A unos kilómetros de allí (no sé si a dos o a treinta) paramos a tomar un poco de cafeína en el bar más triste del mundo, donde un niño de unos 12 años nos pone unas cocacolas tibias sin patatitas ni nada. Casi mejor que no me acuerde de dónde fue 😛.
 
Picos de Europa desde el Norte: HECHO.
 
Retomamos la AS-114, pasamos Arenas de Cabrales, no compramos queso, y ruteando al lado del Cares llegamos a Panes para emprender tranquilamente la vuelta al hogar.

Al final la camarita se portó fenomenal y sólo hubo un par de fallos humanos, de los que me hago totalmente responsable. Dejo testimonio:

 
 
 NOTA: nunca, nunca, nunca nos hemos cruzado con tantas motos como hoy.

domingo, 11 de marzo de 2018

ESTRENANDO EL TELETUBBIE

Es sábado y, gracias a la acumulación de horas trabajadas, F. se pide el día libre para otros menesteres que la borrasca Félix se encarga de desbaratar. Mientras España se inunda, vuela o ahoga, en Cantabria hace un espléndido día primaveral, sol y 18º; una pena quedarse en casa. Desde que tengo la camarita nueva sólo hemos ido un día a estrenarla y tengo mono de moto. Y de probar la conexión de la pulsera y el teletubbie para futuros planes muy ambiciosos y que se contarán en el momento adecuado. Como decían en La Historia Interminable: "Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión".

Total, que todavía no la había puesto en el casco ni nada. Y no ha sido fácil elegir la ubicación. Yo pensaba ponerla arriba, pero están las ventilaciones. A un lado tampoco, porque interrumpe el movimiento de la mentonera y la pantalla. Al final se decidió un poco por descarte, pero ha demostrado ser una buena elección. Y se colocó muy concienzudamente 😊.


Decidimos ir a ver la nieve: subir Lunada y volver por Estacas de Trueba, ruta ya conocida (ver razones 3, 4 y 5) pero realizada en otoño y en sentido contrario. No, NO ES LO MISMO.

En Solares me miro en un portal y me muero de la risa. Autofoto de recuerdo.


Antes de llegar a La Cavada me entran dudas: no sé si le tengo que dar una vez al botón para hacer fotos o dos veces. No sé si cambia automáticamente de foto a vídeo... Parada en una cuneta y calibración. Ya voy más tranquila. Serpenteamos por Liérganes, Rubalcaba, Mirones... Siempre al lado del río Miera. Hago muchos disparos y muchos vídeos. Es una carretera que me encanta. Paramos en Las Vegas, junto al letrero de entrada al pueblo, que me hacía ilusión tener la foto de rigor.

Dejamos atrás San Roque de Riomiera y avanzamos hacia el sur, dirección a Burgos, Más fotos y vídeos. Me lo estoy pasando pipa. Empezamos a subir el puerto de Lunada. El firme está fatal, pero grabo el camino igualmente, aunque quede lleno de saltitos, porque el paisaje está precioso. Pasamos andarines y esquiadores. Al fondo se ve mucha nieve. Cascadas a mano derecha. Más fotos. Más vídeos. Cada vez hay más nieve. Y de pronto, la carretera está cortada. Iba tan entretenida mirando a izquierda y derecha dándole al botón que no vi el cartel de PUERTO CERRADO. No llegamos ni al mirador. Recalculando....




Nos quedamos un rato haciendo fotos a la moto, a la nieve, a la moto en la nieve, a la rueda llena de nieve y al entorno en general. De alguna manera F. consigue darle la vuelta a la moto y emprendemos la bajada. Vemos a los dos esquiadores en plena escalada. Paramos en una de las cascadas. Hay más coches aparcados allí. En uno de ellos va una gente que trata sin éxito contactar con alguien que se dispersó haciendo fotos. Allí no hay cobertura, por lo que silban, tocan el claxon y gritan sin parar. No aparece...

Un rato de relax fotografiando a la cascada y al agua de deshielo que cae sin parar. Incluso allí arriba hace calor y donde pega el sol la nieve se funde a toda velocidad. 


El montañero despistado sigue sin dar señales de vida. Los de abajo preguntan divertidos si hemos visto a un chaval con barba por ahí. Va a ser que no.

Retomamos la bajada. Más fotos y vídeos. Nos pasa el coche con el barbudo despistado y su familia, que seguro que han perdido la reserva para comer. 

Como nuestra idea inicial de volver por Estacas de Trueba se ha ido al garete, antes de llegar a San Roque tomamos la CA-264 para subir y bajar el Alto del Caracol (ver razones 15 y 16) hacia Selaya. Grabo el vídeo la subida. Me empieza a entrar hambre. En Selaya, difícil elección: hacia Sarón o hacia Vega de Pas. No tan difícil, nunca hacia Sarón. Cogemos la CA-262 hacia la izquierda y llegamos hasta la capital pasiega donde paramos a comer algo antes de que dé un mordisco al piloto. Grabo en vídeo la bajada desde La Braguía.


En lo que llegan nuestras viandas reviso la cámara para ver alguna de las imágenes o grabaciones realizadas y, horror de los horrores, NO HAY NADA desde la parada de calibración a la foto que le acabo de hacer al bocata de jamón (nótese todas las veces que grabé y fotografié). A mi antiguo yo le hubiera dado un patatús, pero está siendo un día tan divertido que no pienso dejar que este contratiempo me lo estropee. 

Vuelvo a encender el teletubbie y decido hacer una foto cada kilómetro para que no se apague por falta de actividad. Grabo la salida desde Vega de Pas. Hago fotos en la gasolinera en la que paramos a echar combustible. Hago fotos a nuestra silueta proyectada en el asfalto con el cacharrillo en la cabeza.... Hago fotos con tal de que no se apague.


Impresionante documento
Pasamos por Renedo de Piélagos (que olía a churros) y paramos en la Masai Tavern de Parbayón. Allí un tipo muy majo nos pregunta por la ruta que hemos seguido y confiesa ser motero. A los diez minutos vuelve otra vez: "Oye, chicos, ¿esa moto que hay aparcada fuera es la vuestra?" Sí, le respondemos. "Pues casi os la tira una Transporter hace un segundo", Salgo como una exhalación pero ya no hay rastro de la furgoneta, gracias a dios.


Y después de tanto trajín, todavía nos da tiempo a pasar por Pedreña (grabo el atardecer en la bahía) y a llegar a ver la puesta de sol desde Los Tranquilos.

💗💗

Cuando llego a casa, compruebo que se había quedado sin batería en Astillero. Cachis..... Pero insisto: ha sido un día genial. Y otra cosa, estreno logo en las fotos. Dejo, como guinda, un poco del vídeo que sí conseguí sacar.



jueves, 18 de enero de 2018

44 GRAMOS (SIN BATERÍA)

No ha sido un regalo de Reyes, pero F. sabe lo que necesito, incluso antes que yo.
 
Todo empezó en la ruta de la Montaña Palentina y Liébana. Las dimensiones de esta moto no me permiten ir con la cámara ni el teléfono haciendo fotos o vídeos y fue una pena, ya que el recorrido hubiera merecido un montón de ambos. Y yo, que no soy de quejarme en voz baja, y sin ánimo de nada más que de quejarme, lo hice varias veces. Total, que mis lamentos no cayeron en saco roto y he sido bendecida con un encantador gadget: una minicámara deportiva de 44 gramos (sin batería), con 15 accesorios y la promesa de gran diversión.
 
 
 
Fue amor a primera vista, de esas cosas que luego piensas: "¿cómo he podido vivir si ella?". Si le quitas la carcasa es como una cajita de cerillas que te mira. Luego están los 15 accesorios, de los cuales sólo reconocí el de poner en un manillar de bici, y tardé un rato en hacerme a la idiosincrasia del sistema. Las instrucciones venían en una letra tan pequeña que tuve que hacerle una foto y ampliarla. Lo más divertido es que incluye una pulsera con dos botones: uno rojo para fotos y uno gris para vídeo y tiene hasta para poner en el casco.
 
Total, que el primer día que no llovió (el día siguiente) salimos a echar gasolina con la disculpa de estrenar la minicámara y ver de qué es capaz. Los resultados no pueden ser mejores: vídeo en 4K, fotos muy decentes y gran panorámica. Se adapta muy bien a los cambios de luminosidad, graba perfectamente a contraluz y en el ocaso; sólo falta probarla de noche.
 
Una foto en ruta, de la nada, pero en movimiento estabiliza fenomenal.

Una muestra de la grabación en vídeo (ojo, no está en 4K porque pesaría tanto que no lo podría subir):


Foto con poca luz (ésta está editada):


Estoy deseando poner el aplique en el huevito. Hay que repetir toooodas las rutas. La próxima vez que salga, ya con la cámara en la cabeza, tendré esta pinta, lo que hizo que la camarita quedase automáticamente bautizada como teletubbie.

©Ragdoll Productions    ©BBC