He pasado por la Autovía de la Meseta (A-67) más veces de las que puedo contar. No sólo para volver a la tierra de mis antepasados, sino a puntos intermedios en los que cuento con amigos a los que me encanta ir a ver. No conocía el Pico Tres Mares ni la Fuente del Chivo. No había subido a Alto Campoo. No soy chica de nieve y nunca había visto una estación de esquí.
Para remediar este hecho, y para seguir subiendo el listón de las escapadas moteras, F. sugirió subir a uno de sus sitios favoritos. Va a intentar guardar la ruta en el GPS.
Otro día estupendo. Esta vez sin bocatas, manzanas ni latas nos pusimos en marcha a media mañana.
San Vicente de la Barquera, Cabezón de la Sal, (avistamiento de un Mercedes impresionante) y carretera CA-280 hacia el interior de la Reserva del Saja. Una semana puede no parecer mucho tiempo pero en lo que a efectos otoñales se refiere puede tener efectos muy visibles.
En un punto del camino, no sé en qué kilómetro, hay un puente y a la derecha según se mira al sur hay una cascada preciosa. Es el nacimiento del río Saja.
Avanzamos hacia el sur por la misma carretera que, al discurrir por un valle, es muy llana. Se pasan pueblos muy cuidados, casas de piedra con chimeneas encendidas, muchos restaurantes y sitios para tomar algo dulce. Y luego empezamos a subir.
Se llega al puerto de Palombera (foto que no me hice) y a un mirador precioso con unas vistas increíbles a todo el Valle del Saja.
Se llega al puerto de Palombera (foto que no me hice) y a un mirador precioso con unas vistas increíbles a todo el Valle del Saja.
Las copas de los árboles empiezan a dorarse y a enrojecer. En el fondo del mirador hay un ramo de flores destrozado. Nada bueno.
La carretera desemboca en Espinilla, muy cerca de Reinosa. Antes de llegar abajo pasa un cortejo de 3 o 4 Porsches con un vehículo de apoyo. Matrícula extranjera. ¿Estarán de pruebas?
Desde Espinilla se toma la CA-183 que lleva a Brañavieja. Es un tramo divertido. Observo que hay estacas a los lados de la vía para marcarla cuando hay nieve. Me van a gustar las carreteras con palos de colores. Me lo apunto.
Y desde Brañavieja se llega a la Fuente del Chivo por la CA-916. La ves en el GPS y ya promete. Curvas y contracurvas, diversión total. De camino vemos que hay algunas zonas de árboles con las hojas muy rojas. Los dejamos para luego.
Llegamos arriba en el mejor momento. El aire estaba limpio y había mucha visibilidad. El panorama es sobrecogedor: hay valles, montañas, prados y árboles. Hay verdes, rojos y azules. Esto no aparece en mis guías de Cantabria. ¿Por qué?
Premio y reconocimiento para F.
Al poco rato de llegar empieza a entrar la niebla. Hemos tenido mucha suerte porque avanza rápido y nos ha dado tiempo a verlo todo. Los árboles rojos nos esperan.
La bajada es todavía más entretenida para un paquete que la subida. Sólo te dejas llevar y te meces mientras decides donde fijar la vista.
Llegada a Reinosa, un pincho para comer, un pase de modelos de una boda mientras almorzamos (unas risas maliciosas) y vuelta a la BMW.
Regreso muy, muy divertido por la N-611 en la zona de las hoces combinado con un poco de velocidad en la autovía A-67, con un par de túneles (experiencia nueva), hasta llegar a Riocorbo, en la que tomamos un atajo por la CA-283 hasta Cabezón de la Sal y al punto de partida.
Al llegar, comprobamos que el GPS no grabó la ruta. Maldiciones. Aparato castigado.
Sigo queriendo más.